martes, 29 de noviembre de 2011

Adviento. Un prólogo.

Propongámonos comprar todos nuestros regalos de Navidad a través del comercio pequeño del barrio, la vecina que vende por catálogo, el artesano que hace cerámica o mimbre, la amiga que vende por internet, etc. Hagamos que nuestro dinero llegue a personas comunes y no a grandes multinacionales, y así más personas tendrán una  Feliz Navidad. 

Esta reflexión que algunos amigos compartieron en facebook me ha llevado a crear mi particular calendario de adviento, ya sabéis, esos que tienen ventanitas que se abren cada día durante el mes de diciembre y hasta el día de navidad, y tras las cuales pueden aparecer abalorios, dulces o chocolatinas. Tras las ventanas de mi calendario aparecerán ideas y sugerencias para que los poderosos y los magnates no sigan enriqueciéndose a costa de nuestras entrañables tradiciones. Si el capitalismo me expulsa de su seno, sólo me queda la revolución, comentaba hace unos días. Y hoy empiezo a compartir esta pequeña rebelión peculiar. Algunos igual aparecéis por aquí, artistas como sois, gente de talento y de entusiasmo, creadores de mundos soñados. Y lo que espero de tod@s vosotr@s es que ayudéis a difundir esta pequeña revuelta anticomercial a la que os invito. Como dice la canción: no és vendre, és difondre... (no es vender, es difundir...)  
At Versaris. No és vendre